La utilización de herramientas manuales tiene su origen en la prehistoria. En la actualidad, a pesar del continuo proceso de automatización en el que estamos inmersos, seguimos utilizando gran cantidad de este tipo de herramientas: destornilladores, llaves, alicates, martillos, sierras, limas, torniquetes, mazas, palas, etc.

Basándonos en nuestra experiencia queremos indicarles una serie de buenas prácticas para un correcto uso de la herramienta de mano.

Consejos de utilización en la herramienta manual:

Durante el manejo de la herramienta de mano pueden existir ciertos riesgos, entre los que destacamos los siguientes:

  • Pequeños traumatismos, como por ejemplo en el uso de un martillo.
  • Cortes o golpes causados por la propia herramienta.
  • Quemaduras y lesiones oculares, en el uso de soldadores.
  • Roturas y esguinces en articulaciones.
  • Golpes sobre el usuario u otros compañeros.

El exceso de confianza, la rutina del trabajo o la carencia de los elementos de protección adecuados son nuestros peores aliados en el manejo de cualquier herramienta.

Es muy importante la adecuada formación de los operarios que van a usar la herramienta, así como el uso correcto de elementos de protección.

Es por ello, que hemos preparado una lista de consejos para el buen uso de herramientas manuales:

1. Escoger la herramienta adecuada para cada trabajo

Un profesional con experiencia sabe perfectamente cuál es la herramienta que debe usar en cada ocasión. No obstante, en determinadas ocasiones (prisas, no disponer de la herramienta adecuada en ese instante, etc.) puede que estemos utilizando una herramienta para un cometido distinto al que ha sido diseñada, como por ejemplo:

  • Usar alicates o llaves para golpear a modo de martillo.
  • Emplear tenazas o destornilladores como palanca.
  • Usar tenazas o alicates a modo de destornillador o llave fija.
  • Del mismo modo, usar una herramienta de un tamaño inadecuado.

2. Verificar el buen estado de la herramienta con la que trabajamos

Debemos de hacer algunas comprobaciones básicas que nos permitan evitar accidentes.

  • Mangos: revisar que no están astillados, rotos o deteriorados. Es importante revisar la correcta fijación a la propia herramienta, como podría ser el caso de un martillo o una sierra de mano.
  • Boca: bocas, brazos, mandíbulas… ¿están sin deformar? Para su uso correcto y seguro es importante que no haya deformaciones o alteraciones de ningún tipo.
  • Dientes: principalmente, en sierras o limas que se encuentren en buen estado.
  • Afilado: en caso de herramientas de corte, que estén correctamente afiladas.

3. Mantenimiento de las herramientas

Un correcto mantenimiento de las herramientas es de vital importancia para incrementar su durabilidad, evitar accidentes y mejorar sus prestaciones. Para ello debemos de tener en cuenta lo siguiente:

  • Revisiones periódicas, comprobando el correcto estado de las herramientas manuales y maquinaria por parte de personal especializado.
  • Realizar las reparaciones necesarias para un correcto uso de las herramientas.
  • Renovación de las herramientas si éstas están deterioradas.
  • No obstante, en ocasiones se intentan realizar reparaciones que acaban siendo parches más peligrosos. Si una herramienta no puede repararse es mejor desecharla y adquirir una nueva.

4. Almacenamiento y transporte de las herramientas

Un correcto almacenamiento y transporte puede evitar la necesidad de comprar herramientas nuevas o realizar reparaciones peligrosas:

  • Utilice bolsas, cajas o cinturones especialmente dedicados al transporte de herramientas.
  • Guarde cada herramienta en su lugar una vez limpia.
  • Colóquelas en lugares donde no molesten, mientras los operarios se encuentran trabajando.

Herramientas manuales